¿Qué es la crioescleroterapia de varices o crioesclerosis?
Es una técnica de escleroterapia líquida que busca la eliminación de las varices mediante la irritación de la pared de las venas. Esta irritación provoca una reacción inflamatoria, fibrosis y posterior desaparición de la variz. No es un proceso inmediato y los resultados definitivos deben esperarse en las siguientes semanas al tratamiento. Se aplica mediante múltiples sesiones hasta conseguir el resultado deseado, dependiendo de la extensión y tamaño de las varices.
¿En qué se basa?
La crioescleroterapia de varices se basa en potenciar el efecto químico del esclerosante mediante la acción del frío extremo. El más habitualmente utilizado para esta técnica es la glicerina cromada, indicada para el tratamiento de venas pequeñas ( hasta 1 mm), ya que se considera uno de los esclerosantes más débiles. Al enfriar la sustancia conseguimos potenciar su efecto, combinando el efecto químico y físico, aumentando así su efectividad.
¿Cómo logramos enfriar el esclerosante?
Aunque el esclerosante puede enfriarse por varios métodos, el más utilizado en nuestro país es la Criojeringa desarrollada por el Dr. Manuel Ripoll Sánchez en 1983. Se trata de un dispositivo bicameral, cuya primera cámara puede ser rellenada, gracias a una botella de CO2, de nieve carbónica. La segunda cámara permite alojar en su interior una jeringuilla de 1ml que contiene el esclerosante. Esta arquitectura permite alcanzar temperaturas en torno a los -45ºC en la cámara que aloja el esclerosante durante unos 30 minutos.
¿Cuáles son las ventajas?
La acción del frío nos permite usar un esclerosante muy débil como la glicerina, aumentando su poder sin los efectos indeseables de otras sustancias más agresivas. El efecto indeseable más habitual es la hiperpigmentación, que se ve drásticamente reducida gracias a esta sinergia. Está cualidad supone una gran ventaja en las islas, donde la exposición solar , uno de los factores más determinantes en la aparición de hiperpigmentaciones, es muy alta. Por ello puede usarse prácticamente durante todo el año reduciendo mucho el tiempo de privación a la exposición al sol tras el tratamiento. El frío, tiene además, un efecto anestésico que disminuye las molestias durante la inyección siendo perfectamente tolerada por el paciente y permitiendo que continúe su vida normal al terminar la sesión.
¿Cuáles son las desventajas?
La única desventaja significativa es la limitación de su aplicación a varices de mayor tamaño, para lo que pueden usarse otras técnicas y /o sustancias esclerosantes. Un Angiólogo y Cirujano Vascular podrá ofrecerte, tras una minuciosa valoración, la opción más adecuada. Su experiencia con diversas terapias le permitirá combinarlas si fuera necesario hasta conseguir el resultado deseado.
¿Tiene algún riesgo?
La técnica es muy segura. Como con cualquier fármaco, pueden existir reacciones alérgicas aunque tras su uso durante casi 40 años, sólo se ha reportado un caso grave. Comunica a tu Angiólogo cualquier alergia conocida.
¿Debo seguir alguna preparación especial?
Sólo es recomendable evitar la aplicación de cremas o lociones el día del tratamiento y evitar el rasurado en las horas previas. Si en tu caso concreto precisaras soporte elástico, acude a la sesión con tu media. Aunque con la crioesclerosis la incidencia de hiperpigmentación es marginal, puedes aplicar una crema de vitamina K la semana previa la tratamiento sobre las zonas a tratar.
¿Qué notaré después de la sesión de crioesclerosis?
Los beneficios pueden empezar a observarse después de la sesión aunque los efectos definitivos tardarán unas 6-8 semanas semanas en consolidarse, mientras se produce la fibrosis de las venas tratadas. Como el tratamiento suele precisar varias sesiones, según la cantidad de venas tratadas, su desvanecimiento se irá notando progresivamente en los siguientes meses. Es normal experimentar un enrojecimiento de la zona tratada y pequeños habones en las zonas de punción, que desaparecen normalmente entre 24 y 48h
¿Qué precauciones debo tener tras el tratamiento?
Simplemente se recomienda evitar la exposición solar directa en los 3-4 días posteriores al tratamiento. Es útil utilizar protector solar de alto factor al salir a la calle. Pueden prescribirse medias de soporte elástico en casos concretos, especialmente si se usan otras técnicas asociadas como la espuma.