Un poco de historia…
El término ecleroterapia proviene del griego Sklírosi ( «endurecimiento») y Therapeía ( «Tratamiento»), y hace referencia a la fibrosis de la vena que se persigue como objetivo. Por ello, el tratamiento es conocido coloquialmente como «esclerosis de varices»
Las primeras reseñas del tratamiento de las enfermedades venosas aparecen el Código de Hammurabi (Mesopotamia, 1750 A.C) y en el Papiro de Ebers (XXVII Dinastía Faraónica 1580 A.C.- 1320 A.C.). Este último se oponía claramente a la cirugía de venas varicosas: «Instrucción sobre la dilatación de los vasos. Si se examina dilatación sinuosa y serpenteante, como algo que se infla con aire en los vasos de la piel de una extremidad. Usted no ponga su mano en tal cosa …»
El primer método de tratamiento durante siglos el ruego a los dioses en espera de la sanación. Los pacientes debían entregar una ofrensa como agradecimiento, y es uno de éstos bajorrelieves, el Amyneion del Asklepion de Epidauro en Atenas (450 A.C) la primera referencia gráfica de una variz.
Hipócrates (460-375 AC) describe por primera vez a la escleroterapia de las varices. Utilizaba hierros candentes introducidos en las venas. La escleroterpia, pues, precedió a la aparición de las primeras técnicas consideradas «quirúrgicas», como la extracción o la ligadura de las venas desarrolladas en los siglos posteriores.
Sigismund Eisholtz, en 1667, fue pionero en la realización de una punción venosa con una vejiga de cerdo y una aguja hecha con hueso de pollo. Inyectó agua destilada y esencias de plantas a un soldado que padecía una úlcera, y según la literatura, esta se curó tras del tratamiento.
En 1845, Francis Rynd idea la aguja hueca, aunque la invención de la Jeringa Hipodérmica se atribuye a Alexander Wood y Pravatz, casi una década después. Esto posibilitó el desarrollo de la flebología y la escleroterapia. Desde principios del siglo XX se investigan diversas sustancias esclerosantes, consolidándose la Técnica de Escleroterapia de varices moderna.
A mediados de los 90´ se inicia una revolución en el mundo de la escleroterapia cuando Orbach desarrolla la idea de crear una espuma con la sustancia esclerosante para evitar uno de los principales problemas de los agentes líquidos: la pérdida de efecto de la sustancia al diluirse con la sangre. Juan Cabrera, español y Alain Monfreux, francés, desarrollan este concepto en los siguientes años, pero es en el año 2000 cuando alcanza su máxima popularidad gracias al italiano Lorenzo Tessari, que idea un método con dos jeringas y una llave para obtener fácilmente la espuma.
El presente y futuro….
Una de las limitaciones del método de Tessari es la obtención de espumas de alta estabilidad y estandarizadas. Se han realizado investigaciones como la de la Universidad de Granada, sobre sustancias que aumenten la estabilidad y calidad de la espuma así como formulaciones prefabricadas para paliar este inconveniente (Varithena). Muy recientemente, investigadores españoles han desarrollado un dispositivo que permiten la realización de espumas muy estables, con diferentes sustancias y dosis, de forma simple y estandarizada. Este sistema permite la creación de una microespuma de gran calidad con menores concentraciones de esclerosante, mejorando la efectividad del tratamiento y disminuyendo los efectos indeseables. (Varixio)
¿En qué se basa la escleroterapia o esclerosis de varices?
El objetivo principal es provocar una reacción inflamatoria del endotelio de las venas que producirá su posterior cicatrización o fibrosis ( esclerosis). Con el tiempo esta fibrosis hace que las venas tratadas desaparezcan. Esta reacción se obtiene mediante la utilización de sustancias que dañan a las células endoteliales y se conocen como «esclerosantes». Este daño puede conseguirse también con el uso de medios físicos que generen calor como la luz láser, las ondas de ultrasonidos o la electricidad, aunque normalmente, el término escleroterapia se reserva al uso de sustancias que se inyectan en el interior de la vena.
¿ Qué tipos de esclerosantes hay?
Se dividen básicamente en 3 tipos:
- Detergentes: producen la maceración de los lípidos de la superficie de las células endoteliales provocando su descamación y muerte. Algunos de los más conocidos son el Polidocanol, o el Tetradecyl Sulfato de Sodio.
- Osmóticos: Ejercen su acción mediante la deshidratación de las células de la pared venosa. Entre ellos destacan el Salicilato de Sodio, el Cloruro de Sodio Hipertónico o los azúcares como la Dextrosa y Sacarosa.
- Irritantes Químicos: Producen una toxicidad directa sobre la célula. A este grupo pertenecen la Iodina Poliiodinatada y la Glicerina Cromada.
¿Cómo se lleva a cabo?
El proceso de esclerosis es dinámico y suele dividir en varias sesiones separadas por intervalos entre 15 y 30 días, tiempo durante el que se produce la respuesta biológica perseguida. En cada sesión realizan múltiples inyecciones con agujas muy finas de una cantidad de esclerosante determinada por las recomendaciones de las guías clínicas. El número de sesiones depende del tipo, calibre, extensión de las varices y de las sustancias esclerosantes utilizadas.
Según el caso, se utilizará la guía de disposistivos como el ultrasonido o fuentes de luz específicas para mejorar el éxito de la técnica.
El procedimiento se suele realizar de forma ambulatoria y sin anestesia, ya que los pinchazos con estas agujas son muy poco dolorosos. La inyección de ciertas sustancias puede provocar un leve escozor aunque en general son muy bien toleradas. El paciente suele reincorporarse a sus actividades de forma inmediata. Tras cada sesión su cirujano puede aplicarle vendajes o medias de compresión durante periodos variables.
¿Qué complicaciones pueden surgir?
La escleroterapia de varices es un procedimiento muy seguro aunque, como en cualquier intervención puede producir complicaciones:
- Alergias: Como con cualquier medicamento pueden aparecer reacciones de diversa gravedad, aunque son extremadamente infrecuentes y si aparecen suelen ser leves como la urticaria.
- Hematomas: Son frecuentes debido a los pinchazos aunque de pequeño tamaño y rápida resolución.
- Trombosis venosa: Durante el procedimiento puede quedar atrapada algo de sangre en la vena tratada, que se coagula, produciendo ocasionalmente (2% de los casos), una flebitis. En la revisión tras el tratamiento, puede procederse a la extracción de este coágulo para aliviar las molestias y evitar la pigmentación. En los casos en el que estas venas estén muy cerca de las venas más profundas existe un riesgo muy bajo de padecer una trombosis venosa profunda (<1 cada 10.000 sesiones). Debe informar a su Cirujano de la existencia de trastornos de la coagulación de la sangre conocidos para que puede pautar la medicación adecuada para prevenirla.
- Pigmentación: Es casi una constante durante el tratamiento mediante escleroterapia y la mayoría se resuelvan de forma espontánea en los meses subsiguientes.Unas técnicas son más propensas a su aparición que otras, por lo que su Cirujano vascular elegirá la más adecuada según sean sus varices. La crioesclerosis reduce al mínimo su aparición aunque su uso se limita a las arañas vasculares o varices muy pequeñas. En el caso de pigmentaciones persitentes, pueden usarse tratamientos asociados para eleminarlas, como el láser.
- Necrosis cutáneas o úlceras: Con el uso del ultrasonido y las sustancias más modernas es una extremadamente rara complicación. Se produce por el daño directo o indirecto en la piel, generalmente debido a una extravasación del esclerosante fuera de la vena.
¿Qué estudios y preparación requiere?
Es de vital importancia ponerse en manos de un especialista en Angiología y Cirugía Vascular, que determinará el tratamiento más adecuado después de un estudio concienzudo de tu sistema venoso mediante el eco doppler.
Es aconsejable la aplicación de una crema con vitamina K, mañana y noche, durante los 7 días previos en las zonas a tratar, para minimizar las pigmentaciones.No debes depilarte o rasurarte el día de la sesión, ni aplicar ningún tipo de crema o loción. Lleva contigo la media elástica pautada. Es recomendable tomar algo ligero o un zumo en la hora previa a la terapia. Si no tienes que trabajar, lleva ropa cómoda.
¿Desaparecen las varices de inmediato?
Definitivamente, NO. Aunque existe esta creencia derivada de la divulgación en los medios de videos sobre esta técnica, la «mágica» desaparición de las venas durante la inyección responde al desplazamiento de la sangre por la sustancia inyectada y a cierto grado de espasmo. Aunque puede objetivarse un beneficio inmediato, el resultado definitivo se obtiene durante las siguientes 3-6 semanas, cuando la vena sufre el proceso inflamatorio y la fibrosis.
¿Qué cuidados debo tener tras la sesión de escleroterapia de varices?
En nuestro en torno es imprescindible protegerse del sol. Según la técnica empleada es recomendable evitar la exposición solar directa al menos durante 15 días y usar protectores solares de alto factor al menos durante un mes. La crioesclerosis permite cierta reducción de estos periodos.
Debe evitar el reposos excesivo y el ejercicio muy intenso durante la primera semana, aunque esto también dependerá del calibre de las venas tratadas.
El uso de Medias elásticas es necesario en algunos casos durante periodos variables de tiempo, según el tratamiento realizado
¿Pueden volver a salir las varices de nuevo?
Una vez conseguida la correcta esclerosis de las varices, no suelen volver a aparecer, sin embargo, como la insuficiencia venosa es un trastorno crónico pueden aparecer nuevas varices en otras localizaciones. Cuando se tratan los troncos venosos superficiales principales, de mayor tamaño, puede producirse su recanalización a largo plazo aunque esto no siempre va ligado a un empeoramiento clínico.